Es normal que con el paso de los años adquiramos ciertas deudas para poder adquirir algunos productos o servicios. Por ejemplo comprar un coche o incluso una vivienda. En estos casos se pueden dar dos escenarios posibles:
- Que nuestra situación financiera haya empeorado con el paso de los años. Por desgracia algo bastante frecuente desde que comenzó la crisis. No hay que olvidar que le tejido empresarial ha quedado completamente destrozado y que la precariedad laboral y los sueldos bajos no paran de aumentar mes tras mes.
- Que descubramos que las condiciones de préstamo han mejorado. También puede darse el caso de que las condiciones que fijamos en su día no resulten tan atractivas como las que ofertan hoy en día las diferentes entidades de créditos.
En cualquiera de estos dos casos es probable que quieras acudir a la refinanciación de deudas. Es decir, a cambiar las condiciones de tu préstamo por otras que te resulten algo más ventajosas. En Crediting te lo explicamos.
Cómo funciona la refinanciación de deudas
La refinanciación de deudas consiste en cancelar un préstamo que ya tenemos contratado y sustituirlo por otro cuyas condiciones resultan mucho más ventajosas para nosotros.
Lo habitual es contactar con la misma empresa con la que hemos contratado el anterior crédito y negociar nuevas condiciones más atractivas. Sin embargo se puede acudir a otras empresas de crédito. Como por ejemplo las empresas de capital privado y los prestamistas. Sea cual fuere el caso ambas partes han de acordar las nuevas condiciones. Lo interesante de este producto financiero es que permite obtener un préstamo mucho más adaptado a las necesidades económicas actuales del cliente.
¿Cuándo hay que acudir a la refinanciación de deudas?
Como explicábamos unas líneas más arriba existen dos escenarios posibles en los que nos puede interesar solicitar una refinanciación de deudas:
- Porque hemos comparado la oferta actual y hemos encontrado productos mucho más atractivos y con condiciones más favorables.
- Porque atravesamos una coyuntura económica que puede conducirnos al endeudamiento, y a la larga, incluso a sobreendeudarnos. En estos casos, antes de entrar en el impago es mejor hablar con el prestamista y modificar las condiciones del contrato.
¿En qué consiste la refinanciación de deudas?
Para poder refinanciar una deuda hay dos opciones diferentes:
- Mantenerse con el mismo prestamista y modificar las condiciones de contrato. En esta situación lo más seguro es que debamos de pagar algún tipo de penalización por modificar las cláusulas que quedará establecida por contrato.
- Acudir a otra empresa de crédito y realizar un contrato desde cero. Para ello tendremos que abonar la deuda previa y adquirirla de nuevo con el prestamista que elijamos. En este caso lo más probable es que debamos enfrentarnos a comisiones por amortización anticipada. Sin embargo obtendremos unos plazos mucho más adecuados a nuestra situación financiera y probablemente nos ofrecerán unos intereses más atractivos.
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