Si has solicitado alguna vez un préstamo, ya sea a una empresa de capital privado, a un prestamista o al banco de toda la vida, puede que te hayas encontrado en el camino con este término. Hablamos del periodo de carencia. En Crediting queremos explicarte qué es, cuáles son sus variedades y los pros y contras de este modelo de financiación. ¿Te gustaría saber más sobre este tema? En ese caso, no dejes de leer el siguiente post. Vamos a ello.
El periodo de carencia en un préstamo
Cuando hablamos de periodo de carencia lo hacemos para referimos a un plazo de tiempo en el cual el prestatario acuerdo con el prestamista quedar eximido que el total o parte del pago del préstamo. Este periodo puede ser de semanas, meses e incluso años.
Este término no es exclusivo del mundo de las finanzas. De hecho en el sector médico, dentro de los seguros de salud, se utiliza de manera frecuente. En el caso de los seguros médicos la carencia hace referencia a un periodo de tiempo en el cual el asegurado no puede usar ciertas características de su póliza. Deberá de esperar un tiempo para tener acceso a todas las coberturas que paga.
Como ves los significados pueden ser muy dispares dependiendo del sector en el que nos encontremos.
Dentro del sector financiero es frecuente que este tipo de ayuda económica se asocie a préstamos de gran envergadura. Es decir, que un micro crédito normalmente no incluye un periodo de carencia. En el caso de los préstamos hipotecarios suele ser habitual utilizarlo para permitir que el cliente pueda disponer de una situación más desahogada durante los primeros meses. Piensa que en esa etapa ha de hacer frente a muchos gastos. Como por ejemplo los de gestoría, notaría, amueblar la vivienda, etcétera.
Tipos de carencias en un préstamo
Una de las características principales del periodo de carencia dentro de un préstamo es que hay dos variantes. Estas son las siguientes:
- Carencia parcial o de amortización. Durante este periodo el cliente no pago el préstamo al completo, sino que solamente se ocupa de abonar los intereses. El capital prestado comendará a pagarse más adelante. Es un buen método para ir abonando parte del préstamo pero disponer de cuotas mucho más holgadas.
- Carencia total. En este caso el prestamista concede al prestatario un plazo de tiempo acordado entre ambas partes en el cual no se amortiza nada: ni intereses ni capital.
Por norma general los periodos de carencia se solicitan al comienzo de la vida del préstamo, aunque pueden llegarse a acuerdos en cualquier momento.
Pros y contras del periodo de carencia
Aunque a primera vista deuda parecer una solución muy atractiva, lo cierto es que tiene tanto pros como contras.
- Sin duda la más clara es que concede un respiro económico al cliente durante un periodo de tiempo. El cual puede utilizar para equilibrar sus finanzas. De este modo el prestatario no sufrirá un colapso financiero por asumir varias deudas a la vez. Ya que puede comenzar a pagar esta cuando económicamente se encuentre más estable.
- El precio del préstamo es más elevado. No hay que olvidar que el plazo de amortización se ampliará, y por tanto también el tiempo en el que debemos de devengar los intereses. De este modo el gasto total será mayor que en un préstamo que no dispone de carencia.
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